jueves, 26 de diciembre de 2019

Ni Magia ni Dioses, sino Simple Astronomía

Muy probablemente, un fenómeno tan espectacular como el que hoy se vio en el sur de Asia, en épocas remotas habría dado lugar a todo tipo de interpretaciones, conjeturas y predicciones entre los seres humanos que lo contemplaban, asombrados y con mucho miedo.


Es que casi con seguridad tendría que haber sido una señal de los dioses, probablemente enojados por su comportamiento, y por ende anunciando algo malo, como una sequía, un terremoto, una inundación, una peste o algo igual o peor de grave.

Hasta que llegó la ciencia, y en base a la simple observación y análisis de las cosas, y al estudio y a la elaboración de fórmulas matemáticas, fue encontrando la explicación a cada uno de esos "hechos mágicos", descubriendo que detrás de ellos no existe ninguna mano divina castigando nada, sino simplemente leyes físicas, químicas y astronómicas, que actúan totalmente al margen de lo que hagan los hombres, y que llevan, por ejemplo, a que cada cierto tiempo la Luna se interponga entre la Tierra y el Sol y dé lugar a distintos tipos de eclipse solar, como el anular de esta bella imagen.

La astronomía ha estudiado de tal manera el movimiento de los tres astros que sabe perfectamente qué día y a qué hora, y en qué lugares de nuestro planeta, será observable el siguiente eclipse. Gracias a la ciencia, se acabó la creencia en la magia y el temor infundado que resultaba de ello.

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