Carl Sagan y la Biblioteca de Alejandría

La destrucción de la célebre Biblioteca de Alejandría, en los primeros siglos de la era cristiana, fue uno de los hechos más tristes de la historia humana. En ese lugar, convertido en entusiasta y obsesivo faro del conocimiento, se había almacenado la más grande colección de libros y documentos jamás lograda, que reseñaban lo que las grandes culturas y los más grandes hombres de la antigüedad habían aportado al mundo en materia de ciencias, arte y filosofía.


Prácticamente todo desapareció en nombre de la irracionalidad y la ignorancia. Con ese terrible hecho, preludio de los aciagos tiempos que sobrevendrían, el mundo perdió una de sus posesiones más valiosas y se sumió en una larguísima era de oscurantismo, hasta la llegada del Renacimiento.

El Duro y Alucinante Momento del Despegue

Este video promocional del astronauta Chris Hadfield contiene varias interesantes reflexiones acerca de lo que un científico como él siente al partir hacia el espacio.


Una de las primeras cosas a tener en cuenta para cumplir bien la tarea es que la suerte no cumple el menor papel. No sirve de nada cruzar los dedos. Lo único realmente valioso para minimizar el riesgo es el conocimiento adquirido. Cuanto más se ha estudiado, menos temor se siente.

En el momento del despegue, uno tiene que estar totalmente enfocado en el hecho, para soportar la terrible fuerza derivada de un impulso ascendente a 16 veces la velocidad del sonido. En ese momento todo se va haciendo más y más oscuro, hasta que de repente... oscuridad total. Luego los motores se apagan, y uno ya no pesa nada... y comienza a flotar.

Dios ha Muerto: Excelente Reflexión

El pensamiento científico, producto de la evidencia y el análisis riguroso, está permitiendo dejar atrás a un Dios emergido del pensamiento mágico que primó en las épocas remotas.


El hombre creó a Dios ante sus miedos y ante el afán de encontrar respuestas a sus innumerables dudas. Pero ahora, gracias al conocimiento, está hallando las respuestas que necesitaba, y por eso se está apartando cada vez más de la idea divina. Y eso no tiene nada de malo, pues la virtud no le viene en absoluto de lo divino, sino de su propia convicción y actitud como ser humano y de un adecuado discernimiento basado en la razón.

La Especie Humana y su Sabiduría Acumulada

La sabiduría acumulada durante cientos de miles de años nos ha permitido a los seres humanos sobreponernos a todas las dificultades y consolidar nuestra presencia en la Tierra.


Ese planeta que es nuestro hogar y esa sabiduría acumulada que es nuestro más preciado tesoro constituyen dos grandes puntos de partida para proyectarnos más allá, hacia lo desconocido.

Y eso es lo que estamos haciendo. Por eso estamos escudriñando nuevos mundos, llevados por el afán de conocer más y la convicción de que debe haber mucha más vida aparte de la nuestra en la inmensidad del espacio. La valiente especie humana no se detiene en esa vibrante lucha por salir adelante y trascender.