Debido a que su teoría de la relatividad sólo encajaba con la idea de un universo dinámico, y no con la de uno estático (como se presumía que era), Einstein, buscando adecuarse a lo establecido, agregó a la fórmula de esta la denominada constante cosmológica o Lambda.
Pero en la década de 1920 Edwin Hubble descubrió con el telescopio del Monte Wilson que la Vía Láctea no era la única galaxia del universo, pues habían millones como esta, y todas estaban alejándose mutuamente, lo que significaba que la idea anterior, de un universo estático, no tenía cabida, pues este sí estaba en movimiento.
Esto le dio la razón a Einstein, quien a raíz del acontecimiento, y luego de agradecer a Hubble, repuso su fórmula original, diciendo que la constante Lambda había sido "mi mayor torpeza".
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