Tal como se explica en este interesantísimo video, las mediciones científicas han llegado a la conclusión de que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por el despliegue de la actividad humana son las principales responsables del alza de la temperatura de nuestro planeta.
La Tierra necesita ese dióxido para calentar su atmósfera y no quedar convertida en una inmensa esfera congelada. Pero sólo lo requiere hasta un nivel determinado, que puede ser absorbido por la vegetación, que lo capta y lo devuelve a la naturaleza transformado en oxígeno, en un proceso que ha permitido la vida del ser humano y todas las demás especies.
El problema surge cuando se genera un exceso de CO2, que ya no puede ser absorbido por la vegetación ni almacenado en diversos depósitos naturales, y comienza a acumularse en la atmósfera. En ese momento se rompe el delicado equilibrio ecológico que sólo pudo ser logrado en millones de años.
Dicho exceso comienza a actuar como una manta, reteniendo el calor proveniente del Sol e impidiendo que retorne al espacio, como debería ocurrir normalmente. Eso genera el incremento de la temperatura planetaria, en un proceso cada vez más intenso, que con el paso del tiempo podría generar consecuencias catastróficas, incluida la desaparición de toda forma de vida.
Ojalá no hayamos avanzado más allá del punto de no retorno y aún estemos a tiempo de preservar el fragilísimo equilibrio.
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