Cuando la ciencia dice (ver aquí) que descendemos de las estrellas, no exagera un ápice, pues cada una de las células de cada parte de nuestro cuerpo está conformada íntegramente por átomos de los elementos químicos, como lo demuestra la tabla que sigue, tomada de la web Lenntech.
El cobalto, cobre, zinc, selenio, molibdeno y yodo también se hallan en trazas en lugares no específicos de nuestro cuerpo, en tanto que el litio, aluminio, sílice, vanadio, arsénico, bromo, estroncio y plomo se hallan en trazas mínimas.
Y todos esos elementos químicos nacieron (fueron "horneados") en las gigantescas reacciones nucleares en el interior de las estrellas, que muchos años después, al explotar en la forma de supernovas, los esparcieron por todo el universo.
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